ENTRE
EL CIELO Y MI DELIRIO
Como
entre vagos sueños anoche regresaste, esta vez no sé si fue realidad, de la
nada apareciste frente a mí, tu cuerpo finamente
delineado, lentamente saliendo de entre la sombras, tu cara se iba iluminando tenuemente con la luz
de la luna que filtraba por la ventana , blanca, nacarada, angelical; tus ojos negros
de embrujo mirándome fijamente,
brillaban en la oscuridad de mi habitación, clavando una estaca venenosa en mi mente,
provocando en mi una convulsión de pensamientos e imágenes salvajes en mi
cabeza, cegando mi razón. Te acercaste con movimientos candentes, sigilosa como
cual cazador a su presa, suavemente extendiste tu mano, tocaste mi corazón
encendiendo mi piel, quemando mi alma; acercaste tu boca a mi boca, y al sentir
tu aliento provocaste en mi intensas mareas ardientes de mi sangre a mi cabeza,
tus labios
rojos entreabiertos como cual ángel de la noche, desgarraban mis
emociones, despertando en mí una vorágine de instintos desconocidos que bien sabes
no puedo controlar, temí lo peor, no pude resistirme a tocar tu piel
de seda, Dios mío! inmensamente mujer! Suave, tibia, tersa, por Dios Santo! Que
muero! Lo siguiente no sé como
describirlo, el principio y el fin, el
alfa y el omega. La vida y la muerte. El origen.
Del
infierno o del cielo, No sé de dónde vienes ángel mío, soy de frágil carne y
hueso, tú de hiel y fuego. No sé si estoy vivo o estoy muerto.